Los caballos de carreras son físicamente muy exigentes. La dieta de un caballo de carreras es, por tanto, una mezcla inteligente de diferentes fuentes de energía que le permitirá cubrir sus necesidades energéticas en función del tipo de esfuerzo que tenga que realizar. Hablamos de energía para esfuerzos largos o de energía para esfuerzos cortos y explosivos.
La fibra, base de la alimentación del caballo
Recuerda que el caballo es un herbívoro. Por lo tanto, es esencial que la dieta del caballo (sea cual sea su disciplina o uso) incluya una buena cantidad de fibra. La fibra por sí sola debe representar más del 50% de la ración total de un caballo de carreras o de competición (un mínimo del 1,5% del peso del caballo). La ingesta de alimentos debe adaptarse al forraje disponible en el establo y a las necesidades del tipo de esfuerzo que se exige al caballo. Por ejemplo, un caballo de resistencia necesitará una ingesta de proteínas inferior a la de un caballo de carreras, y los establos que alimentan a los caballos de carreras con piensos a base de cereales y utilizan heno Crau para compensar la carencia de proteínas no tendrán las mismas necesidades de alimentación suplementaria que los que alimentan con heno de hierba estándar.
Alimentos concentrados como fuente de energía de carbohidratos
El estómago del caballo es relativamente pequeño, por lo que para cubrir las necesidades de los caballos de carreras, las raciones deben dividirse en varias comidas. El alimento concentrado se suele dar a los caballos de carreras tres veces al día. Este pienso para caballos está compuesto por cereales, principalmente avena y cebada. Los cereales contienen almidón, que luego se convierte en glucosa, el combustible del caballo de carreras. Estas ingestas de almidón deben mantenerse al mínimo, ya que un exceso de almidón puede provocar úlceras en los caballos.
Los lípidos, fuente complementaria de energía
Los caballos de carreras pueden recibir un suplemento de grasas, como aceites (colza, linaza, etc.), que les proporcionará una fuente de energía adicional. La ventaja de esta energía es que no tiene almidón y es fácilmente almacenada y redistribuida por el cuerpo.
Minerales y oligoelementos, que no hay que olvidar
Los minerales y oligoelementos forman parte de la dieta del caballo de carreras. En particular, el cloruro de sodio, el calcio y el magnesio son esenciales para que el caballo de carreras mejore su resistencia a la fatiga y reduzca el dolor articular. Los antioxidantes y las vitaminas C y E también son esenciales en la dieta del caballo de carreras.
El puré, el alimento ideal para la recuperación
Después de un esfuerzo intenso, no es raro que a los caballos de carreras se les ofrezca una comida húmeda como la papilla. Este preparado, a base de cereales inflados con agua caliente, permite al caballo de carreras rehidratarse más rápidamente y eliminar así las toxinas producidas por el intenso esfuerzo. También permite que el tránsito intestinal del caballo sea más fluido después de un gran esfuerzo.
¿Cómo elegir el pienso ideal para su caballo de carreras?
Para combinar todos estos componentes en una dieta equilibrada que satisfaga las necesidades energéticas de los caballos de carreras, se ha desarrollado la gama H y C de Royal Horse.
Los piensos para caballos H350 están en copos y facilitan la recuperación del caballo de carreras. También está enriquecido con prebióticos que ayudan a proteger la flora intestinal.
Por otro lado, algunos caballos de carreras pueden ser propensos a sufrir problemas gástricos o musculares, por lo que la dieta debe adaptarse a este tipo de caballos.
La gama de complementos alimenticios Royal Horse C proporciona a los caballos de carreras una nutrición perfectamente adaptada a sus necesidades.