El desarrollo de los caballos puede estar marcado por numerosos trastornos. Especialmente frágiles, los potros pueden sufrir varios síndromes o enfermedades que impiden el buen desarrollo de su crecimiento. Entre otras cosas, la ataxia, o síndrome de Wobbler, puede aparecer en el potro antes de los 2 años y ser muy incapacitante dependiendo de la gravedad del síndrome.
¿Qué es la ataxia en el potro?
La ataxia, o síndrome de Wobbler, no es una enfermedad, sino un conjunto de síntomas. Es un síndrome neurológico que provoca una falta de coordinación de las extremidades y de los movimientos del caballo. En otras palabras, la percepción del caballo y de su cuerpo en el espacio no es correcta, lo que provoca pérdidas de equilibrio que pueden llegar hasta la caída, movimientos anormales o incluso modificaciones de la postura.
Este síndrome se debe a la compresión de la médula espinal en las cervicales del caballo, lo que explica la mala transmisión de información entre el cerebro y las extremidades. Los primeros síntomas aparecen en el potro durante su crecimiento, alrededor de 1 o 2 años. Algunas razas están predispuestas a este síndrome, en particular las razas de caballos pesados o las razas de caballos de crecimiento rápido.
¿Cuáles son las causas de la ataxia en el potro?
La ataxia en los potros puede tener una causa genética. O puede deberse a un crecimiento demasiado rápido. Las malformaciones de cartílagos y huesos también pueden ocurrir durante la gestación con el desarrollo de malformaciones cervicales. La ataxia también puede ser consecuencia de un trauma como un accidente, o de una infección viral como la versión neurológica de la rinoneumonía. Además, algunos estudios muestran una relación entre la sobrealimentación de los potros y la aparición del síndrome de Wobbler.
¿Cómo se reconoce la ataxia en el potro?
Hay muchas señales de que un potro sufre ataxia. En cambio, sólo un veterinario podrá establecer un diagnóstico en función de los síntomas observados. Por ejemplo, un potro con ataxia puede tener rigidez en las extremidades posteriores o anteriores, tiene dificultades para mantener su equilibrio en reposo y por lo tanto tiende a separar sus extremidades para permanecer de pie, etc. Sin embargo, dependiendo de la gravedad del síndrome, todos estos síntomas pueden pasar desapercibidos y solo se notan al examinar al potro muy de cerca.
¿Cómo diagnosticar y tratar la ataxia?
Para establecer su diagnóstico, el veterinario realiza un examen neurológico y puede recurrir a la obtención de imágenes. La intensidad del síndrome de Wobbler está graduada en 5 grados, desde el más bajo hasta el más intenso. En el grado 5, el potro no puede moverse y permanece acostado.
El futuro deportivo de un potro atáxico está muy comprometido, ya que no puede curarlo. Sin embargo, es posible prescribir antiinflamatorios no esteroideos para reducir el dolor. En cuanto a la cirugía, es relevante solo para menos del 25% de los casos de ataxia en caballos. Un veterinario osteópata también puede aliviar al potro a través de sesiones, que serán previsibles a largo plazo.
Desde un punto de vista nutricional, también se puede realizar un ajuste para los potros menores de un año. También puede modificarse la dieta de los caballos. En el caso de los potros, deberá contener menos proteínas y energía para retrasar su crecimiento óseo. Para los potros con ataxia y otros caballos de cría (sementales, potrillos,…), el alimento para caballos Royal Horse B150 aporta una alimentación equilibrada que contiene prebióticos, L-Carnitina y omega 3 y omega 6. Está disponible en forma de copos conocidos (B150). Con el fin de optimizar los aportes nutricionales en la ganadería, se aconseja respetar los programas de alimentación que son propios de cada alimento y adaptar la cantidad de alimento distribuida a la calidad del forraje que representa a menudo más del 50% de la ración (para ello será necesario un análisis de forraje)