El buen manejo de las yeguas reproductoras y su alimentación son factores importantes para el nacimiento de potros sanos. Los propietarios de caballos invierten mucho tiempo, dinero y esfuerzo en decidir qué sementales van a criar con sus yeguas. Sin embargo, algunos criadores subestiman las necesidades nutricionales de las yeguas durante los tres últimos meses de gestación y los tres primeros meses de lactancia. El manejo de la yegua reproductora y su dieta deben planificarse para dar a los potros la oportunidad de expresar todo su potencial genético.
En cualquier momento después del 1 de enero en el hemisferio norte, y a partir del 1 de julio en el hemisferio sur, las yeguas dan a luz en muchas explotaciones. La nutrición de las yeguas de cría debe dividirse en 3 etapas:
- Los primeros 2/3 de la gestación
- El último tercio de la gestación (110-115 días)
- Lactancia
LOS PRIMEROS 2/3 DE LA GESTACIÓN
Los primeros 2/3 de la gestación son los menos exigentes. Las yeguas pueden mantenerse en una condición corporal de 5 o ligeramente superior. Al principio de la gestación, el peso del feto es bajo en relación con el peso de la yegua. Las yeguas deben ser alimentadas según sus necesidades de mantenimiento y su nivel de actividad.
Necesitarán un 1 o 1,5% de su peso corporal en forraje o su equivalente como fuente de fibra, además de suficiente alimento para mantener su peso.
Si utiliza heno de alfalfa, necesitará un pienso adecuado con un aporte proteico razonable, los piensos Royal Horse S-200 y S-250 son adecuados con niveles garantizados de lisina, metionina, calcio, fósforo, cobre, zinc y vitaminas.
Si utiliza heno de hierba, es aconsejable utilizar un pienso formulado con un 14 a 16% de proteínas. La ingesta de alimento debe ajustarse para mantener la condición corporal deseada, la solución más adecuada de Royal-Horse es B-100 o B-150.
El agua limpia y fresca y la sal deben estar disponibles en todo momento.
LAS ÚLTIMAS FASES DE LA GESTACIÓN (110-115 HORAS)
El último tercio de la gestación añade requisitos nutricionales a las yeguas de cría.
El feto puede tomar medio kilo al día, debido al crecimiento de los huesos y al desarrollo del cuerpo. El NRC (Consejo Nacional de Investigación) muestra un aumento de aproximadamente el 20% de la ED (energía digerible) en las necesidades de mantenimiento para el undécimo mes de gestación. Un concentrado que contenga entre un 14 y un 16% de proteínas es suficiente para aportar las mayores cantidades de aminoácidos, como la lisina y la metionina, que se necesitan en este momento, así como el calcio, el fósforo, el cobre, el zinc y otros oligoelementos y vitaminas necesarios para el correcto desarrollo del feto en el útero.
Un estudio reciente* ha demostrado que una suplementación mineral adecuada de las yeguas de cría mejora la calidad del cartílago en los potros a los 150 días de edad.
LACTACIÓN
El aumento más significativo de la demanda de nutrientes de las yeguas de cría se produce al principio de la lactancia. Según los datos del NRC (National Research Council), las necesidades de energía aumentan hasta un 70% y las de proteínas se duplican.
También hay aumentos comparables en los minerales. Si el suministro de nutrientes no es suficiente, las yeguas pierden peso y eliminan minerales de su propio cuerpo, lo que reduce su fertilidad en una fase temprana. Durante la lactancia, la yegua consumirá entre 2,4 y 2,8 kg de pienso y forraje por cada 100 kg de peso corporal. La porción de alimento debe aumentarse gradualmente hasta 900 – 1500 gramos por 100 kilogramos de peso corporal para mantener la producción de leche y la condición corporal. En esta fase debe mantenerse el libre acceso al agua y a la sal. Una disminución de la condición corporal es un indicador de un balance energético negativo con potenciales efectos negativos en la producción de leche y en el retorno temprano del celo.
El final de la gestación y la lactancia son dos periodos clave en la vida de las yeguas de cría (y del propietario). Unos cuidados veterinarios adecuados (desparasitación, cuidados dentales, vacunaciones) y una nutrición adecuada con piensos B-100 y B-150 son esenciales para el desarrollo del potro durante estos dos primeros años.
* (World Equine Veterinary Review, tome 2 : n° 4, p. 36, 1997).