Las hiposandalias, o “herraduras” para caballos, pueden utilizarse en diversas situaciones para aliviar los cascos de su caballo. Su uso se remonta a la antigüedad, antes de que se desarrollara el herraje y sustituyera casi por completo al hiposándalo.
¿Cuándo deben utilizarse los hiposándalos?
Para caballos descalzos con cascos sensibles, cuya suela es demasiado sensible. Algunos caballos pueden vivir muy bien descalzos (sin herrar). Pero algunos caballos tienen una calidad de casco bastante mala. Este problema les impide montar subir en terrenos duros o con piedras grandes o pequeñas. Las hiposandalias se colocan sobre los cascos para proteger la suela del casco de los terrenos desfavorables. Son ideales para llevar a pasear o montar a caballos sin herrar con cascos frágiles. Para ayudar a su caballo a conseguir una mejor calidad del casco, también puede optar por suplementos alimenticios, a menudo a base de biotina.
Para aliviar un problema en el pie. Otra razón habitual para utilizar hiposándalos es aliviar los problemas en los pies de los caballos. Por ejemplo, abscesos, laminitis, síndrome navicular, etc. En estos casos, la suela del casco está sometida a una gran tensión y a veces es incapaz de soportar el peso del caballo. Para evitar que estas afecciones causen demasiado dolor al caballo, a veces se utilizan hiposandalias como alternativa.
Para mejorar el rendimiento en pruebas deportivas. En las pruebas de resistencia (o paseos muy largos), los tendones y las articulaciones del caballo están sometidos a una gran tensión. Esto se debe a las vibraciones que provocan los cascos al golpear los diferentes terrenos. Las hiposandalias, que suelen tener la suela de goma, ayudan a amortiguar los golpes y a reducir las vibraciones. Además, su material adherente evita los resbalones en suelos mojados o asfaltados. De este modo, la equitación es más segura tanto para el caballo como para el jinete.
¿Cómo elegir las hiposandalias?
Si desea utilizar hiposandalias con su caballo, debe plantearse una serie de preguntas. Qué talla elegir y qué modelo, ya que hay muchos en el mercado. Luego está la cuestión de la utilidad. Puede ser para uso en competencias deportivas (doma o salto), competencias de resistencia, en caso de patología o para paseos ocasionales.
Para determinar la talla de sus hiposandalias, basta con medir el tamaño de cada casco de su caballo (longitud y anchura). A veces puede haber diferencias de tamaño entre cascos, por lo que es necesario tomar medidas exactas de cada pie. Asegúrate de medir después del recorte, porque en cuanto el casco empiece a crecer de nuevo, las medidas dejarán de ser válidas. Si quieres utilizar hiposandalias a largo plazo, será muy importante que recortes los pies de tu caballo con regularidad. De lo contrario, podrían desprenderse fácilmente.
Los principales tipos de hiposandalias para caballos son :
- hiposandalias veterinarias (para laminitis, síndrome navicular, etc.),
- hiposandalias pegadas al pie (ideales para paseos largos, ya que son muy ligeras)
- hiposandalias adhesivas, que se utilizan sobre todo para los caballos sin herraduras en transición a la equitación descalza.
- Las correas envolventes son las más utilizadas por su facilidad de uso.
¿Cuánto dura un hiposándalo?
Muchos jinetes se hacen esta pregunta porque la compra de botas para caballos representa un presupuesto importante. Sin embargo, no existe una respuesta universal a esta pregunta. La vida útil de las herraduras depende de varios factores, como su utilización, los materiales de los que están hechas, las superficies sobre las que se utilizan, la conformación de los cascos de su caballo, la regularidad del recorte, etc. La mejor solución es recurrir a un especialista.
Lo mejor es preguntar a un profesional, que podrá aconsejarle sobre el modelo más adecuado para su uso particular.
Otras preguntas habitual es son: ¿cuánto tiempo hay que dejar las correas en los cascos del caballo? ¿Se pueden dejar permanentemente? Una vez más, ¡depende del modelo y del caballo! Algunos modelos tienen correas de sujeción que pueden irritar la piel del caballo a largo plazo. Además, casco del caballo vuelve a crecer rápidamente. Por tanto, una herradura bien adaptada al casco puede caerse rápidamente si el tamaño del casco cambia.