La hormiguera es una enfermedad equina muy dolorosa en los équidos, que afecta principalmente a los ponis, burros y caballos pesados. Hoy en día es la segunda causa de muerte entre los caballos, por lo que debe tomarse muy en serio. Las causas son múltiples, al igual que los tratamientos. Esto es lo que hay que saber sobre la hormiguera del caballo y qué hacer para curarla.
Las causas de la hormiguera del caballo
La hormiguera es una afección que afecta a los tejidos blandos de los pies de su caballo y que provoca su inflamación. Afecta sobre todo a los anteriores, pero también en algunos casos a los posteriores. En sus formas más graves, la hormiguera del caballo puede causar la necrosis de los tejidos o un vuelco de la falange distal del casco que puede llegar hasta la perforación del lenguado. La hormiguera puede aparecer como una crisis aguda o crónica. En el caso de las crisis agudas, la hormiguera del caballo puede ocurrir después de un esfuerzo demasiado intenso en suelo duro (como por ejemplo en carrera de resistencia), a la ingestión de una comida demasiado rica, o también como consecuencia de una enfermedad grave como una neumonía, cólico, metritis, etc. Una lesión grave como la fractura de una extremidad puede también engendrar un hormigueo en la extremidad opuesta, el caballo desplazando su peso sobre la extremidad sana. Se habla entonces de «hormiguera de apoyo». En el caso de una hormiga crónica, las principales causas son el sobrepeso, o una enfermedad endocrina llamada síndrome de Cushing, que causa un exceso de cortisol en la sangre.
Síntomas
La hormiguera del caballo es reconocible por varios síntomas. En el caso de una crisis aguda debida a un desencadenante, los primeros síntomas que aparecen son el calor en los pies y un aumento del pulso digitado (pulso en el paturón, normalmente ausente). Luego, se pueden observar pisoteos más o menos permanentes en el caballo, una dificultad para dar los pies o para moverse, una cojera franca, una actitud acampada del caballo (que intenta trasladar su peso a los traseros) y en los casos más graves una inmovilidad o incapacidad para ponerse de pie. En los casos de hormigueo crónico, se observa, en particular, un cambio en la forma de los pies.
¿Cómo vamos a curarla?
Varios tratamientos son posibles para curar una hormiguera en el caballo. En el caso de un ataque agudo de hormiguera, se administrará un tratamiento antiinflamatorio a su caballo. Para aliviarlo, también puede utilizar la crioterapia, que consiste en sumergir el miembro afectado de su caballo en un recipiente que contiene agua helada. También se pueden aplicar polainas especiales de refrigeración a su caballo. Además de aliviar la inflamación (y por lo tanto el dolor), este tratamiento promoverá la circulación sanguínea del pie. El herrero también podrá intervenir para aliviar el tenedor gracias a un herraje adaptado. Durante el tratamiento, su caballo debe permanecer en reposo.
Para las hormigas crónicas, medidas ortopédicas ofrecerán al caballo un mayor confort. También puede colocar una cama suave y cómoda para su caballo en el box o un paddock de arena la hormiguera toca un caballo o pony que vive en el prado. Si tiene sobrepeso, también será esencial adaptar la alimentación de su caballo para que recupere un peso normal. La alimentación después de la hormiguera debe respetar estrictamente las necesidades nutricionales de su caballo pero no más. Para los caballos con síndrome de Cushing, su veterinario puede prescribir un tratamiento específico.