A medida que llega el otoño, el clima se enfría, desencadenando cambios metabólicos en los caballos. Comienzan a prepararse para el invierno con un pelaje más espeso y adecuado a las condiciones climáticas. Aunque este pelaje de invierno ayuda en la retención del calor, puede no ser suficiente para satisfacer las necesidades específicas de su caballo. La elección de las mantas correctas se vuelve crucial para ayudarles a mantener la temperatura corporal ideal durante los periodos más fríos.
¿Cómo se Adaptan los Caballos al Clima Frío?
Comprender que los caballos tienen sensibilidades al frío diferentes a las de los humanos es crucial. La “zona neutra térmica” de un caballo generalmente varía de 5°C a 25°C. Esto significa que puedes ayudar a tu caballo a regular su temperatura corporal por debajo de los 5 grados. Factores como raza, edad, nivel de actividad y condiciones de vida influyen en la decisión de usar mantas. En caso de duda, es mejor que tu caballo sienta un poco de frío que mucho calor. Sin embargo, ciertos factores deben tenerse en cuenta, como: • Raza: Algunas razas de caballos son muy resistentes, mientras que los caballos “calientes” tienden a ser más sensibles al frío. • Edad: Un caballo más viejo tendrá más dificultades para regular la temperatura. • Actividad: Un caballo que trabaja regularmente necesitará ser esquilado y, por lo tanto, necesitará mantas para reemplazar su pelaje. • Condiciones de vida de tu caballo: Si vive en una cuadra o en el pasto.
Todos estos factores pueden influir en tu decisión de cubrirlo o no. En caso de duda, ten en cuenta que es mejor que tu caballo sienta un poco de frío que mucho calor.
Elección de Mantas para la Entretiempo A medida que se acerca el otoño, considera cubrir a tu caballo cuando la temperatura esté entre 5 y 10 grados. Opta por una manta ligera con un peso de 0 a 100 gramos. Ajusta el peso según la sensibilidad, edad, salud y estado de esquilado de tu caballo. Para caballos en pastos o cercados, elige una manta resistente al clima y duradera para uso externo. Los caballos que viven en cuadras pueden beneficiarse de mantas estables (no me queda claro el término “mantas estables”), incluyendo varios grosores.
Selección de Mantas para el Invierno En temperaturas más frías (0 a 5 grados), usa una manta con un peso de 200 a 300 gramos para mantener a tu caballo abrigado, especialmente si está esquilado. Si las temperaturas caen por debajo de 0°C, añade una manta forrada para calor adicional. Para evaluar la comodidad de tu caballo, coloca la mano debajo de la manta en los hombros y caderas. Deberías sentir calor sin sudor. La humedad indica sobrecalentamiento, mientras que temblar indica que tu caballo tiene frío y necesita una manta más caliente.
Elección del Modelo de Manta Correcto Con anatomías de caballos variadas, el mercado ofrece diferentes modelos de mantas en términos de tamaño, peso y sistemas de sujeción. Considera factores como cierres en el pecho o los hombros, estilos de sujeción ventral, correas en las extremidades traseras y recuento de denier (No me queda claro el término de denier) (indicando la durabilidad de la manta).
Complementando Mantas con Accesorios Para evitar rozaduras en partes prominentes del cuerpo, usa protectores de hombros hechos de licra o forradas bajo mantas de invierno. Además, considera capuchas para el cuello, disponibles en diferentes pesos, u opciones de forros para protección adicional, especialmente si tu caballo vive en una cuadra.
Optimizar la estrategia de mantas de tu caballo con base en estos factores garantiza comodidad y bienestar a lo largo de las estaciones cambiantes. Haz elecciones informadas para mejorar la experiencia de tu caballo en diferentes condiciones climáticas.