Al igual que los humanos, los caballos pueden sufrir anemia. La anemia puede causar fatiga y reducir el rendimiento de los caballos. Sin embargo, las causas de la anemia en los caballos pueden ser variadas, por lo que es importante identificarla correctamente para poder tratarla adecuadamente.
¿Qué es la anemia en los caballos?
La anemia es una disminución (o destrucción) del número de glóbulos rojos en la sangre. Los glóbulos rojos contienen hemoglobina, una proteína cuya función es transportar oxígeno a todas las células del cuerpo del caballo. Con menos oxígeno disponible, las células luchan por producir el esfuerzo que requiere el caballo, lo que da lugar a la fatiga como síntoma principal.
En la anemia moderada, los síntomas incluyen una disminución de la forma física y el rendimiento y una frecuencia cardíaca más alta de lo habitual durante el ejercicio. En los casos más graves, las mucosas se vuelven muy pálidas y descoloridas.
¿Cuáles son las causas?
Hay varias causas de anemia en los caballos.
En primer lugar, la anemia en los caballos puede estar relacionada con una infección crónica, como un absceso o una neumonía. Cuando un caballo tiene una infección, las bacterias proliferan alimentándose del hierro de la sangre. Por lo tanto, el cuerpo del caballo luchará contra la infección reteniendo el hierro para evitar que sea absorbido por las bacterias. De este modo, la síntesis de los glóbulos rojos no puede realizarse correctamente sin este aporte de hierro.
En segundo lugar, la anemia en los caballos puede estar causada por una infección parasitaria (enfermedad de Lyme, piroplasmosis en caballos), una infección bacteriana (leptospirosis) o un virus. Estas infecciones debilitan los glóbulos rojos y provocan su destrucción.
En algunos casos raros, la anemia también puede estar causada por una hemorragia externa (traumatismo) o interna (rotura de vasos sanguíneos, por ejemplo), úlceras crónicas en el sistema digestivo del caballo, insuficiencia renal crónica, enfermedad autoinmune (anemia infecciosa equina) o la ingestión de plantas oxidantes que son tóxicas para la digestión del caballo (cebollas, puerros, chalotes).
También hay que señalar que la carencia de hierro en los caballos es bastante rara en la naturaleza, ya que los forrajes son normalmente ricos en hierro. Por lo tanto, la anemia es casi siempre un síntoma de otra enfermedad.
¿Cómo tratar la anemia en un caballo?
Para diagnosticar la anemia, el veterinario tomará una muestra de sangre. Una vez encontrada la causa de la anemia (infección parasitaria, crónica, etc.), el veterinario propondrá un tratamiento adaptado a la enfermedad del caballo. Si se trata de una infección, el tratamiento erradicará la anemia, ya que se habrá tratado la causa de la infección, por lo que no será necesario un tratamiento específico para la anemia.
Si su caballo se está recuperando de una grave pérdida de sangre, puede recibir un suplemento de hierro, que suele combinarse con otras vitaminas y oligoelementos para caballos, como la vitamina B12. Esta suplementación permitirá al caballo en recuperación volver a un estado saludable más rápidamente. La mejor manera de evitar cualquier forma de carencia en su caballo es proporcionarle una dieta equilibrada. Los piensos Royal Horse han sido diseñados para satisfacer todas las necesidades nutricionales del caballo, proporcionando una dieta rica en proteínas, vitaminas, oligoelementos, antioxidantes y pre/probióticos..