La dermatitis es una enfermedad muy común en los caballos, tanto en Francia como en otros países. La dermatitis es una alergia de los caballos a las picaduras de insectos (tábanos, moscas, mosquitos, jejenes, etc.). Aparece sobre todo en verano, cuando proliferan los insectos. Por ello, se suele denominar “dermatitis de verano”. Al ser una fuente de grandes molestias para el caballo, es importante tratarla bien y sobre todo prevenir su aparición.
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¿Qué es la dermatitis equina?
La dermatitis equina, también conocida como RDEE (Recurrent Summer Equine Dermatitis), puede afectar a todos los caballos. Una vez que un caballo la ha desarrollado una vez, se repetirá cada verano (de ahí su nombre). Cuando un caballo es picado por un insecto (especialmente culicoides), su piel reacciona a la saliva anticoagulante del insecto. Esta reacción alérgica varía según la predisposición genética de los caballos, aunque todas las razas de caballos pueden verse potencialmente afectadas por la dermatitis de verano. La reacción alergénica se manifiesta en forma de picores de intensidad variable. El picor puede dar lugar a lesiones, cuya gravedad puede impedir que el caballo sea montado en los casos más graves. Por lo tanto, es esencial diagnosticar correctamente el estado de su caballo para aliviarlo.
¿Cuáles son los síntomas de la dermatitis equina?
Los primeros síntomas de la dermatitis equina son pequeños granos rojos llamados “pápulas” que aparecen bajo el pelaje del caballo en la zona de la picadura. Cuando el caballo se rasca, el pelo se rompe, aparecen costras y la pérdida de pelo rodea la herida. Si el caballo se rasca con demasiada fuerza, pueden producirse llagas con riesgo de infección. Las picaduras de insectos y, por tanto, la dermatitis, se dan con mayor frecuencia en el cuello, la base de la cola y el lomo (las zonas en las que el caballo no puede perseguir a los insectos con la cola). El caballo también puede mostrar cierto nerviosismo y una posible pérdida de peso debido a la molestia que le produce comer. El diagnóstico de la dermatitis estival se realiza mediante la observación de los signos clínicos. En caso de duda, se puede realizar una biopsia de piel para verificar que se trata de una reacción alérgica.
¿Cómo prevenir y tratar las enfermedades de los caballos?
Al tratarse de una reacción alérgica, no existe un tratamiento específico para esta afección en los caballos. En caso de una reacción grave, su veterinario puede prescribirle antiinflamatorios esteroideos para calmar el picor. También puedes utilizar champús y lociones calmantes para calmar el picor.
Los insectos causantes de la dermatitis estival equina, los culicoides, proliferan cuando las temperaturas superan los 10-15 °C, por lo que pueden encontrarse en Francia desde marzo hasta octubre. Prefieren las zonas húmedas y son más activas al anochecer (7-10pm) o al amanecer. Viven en el exterior y, por tanto, rara vez entran en los establos. Un caballo que sufre de dermatitis debe ser estabulado en un box, ya que estará menos expuesto a los insectos.
Si tu caballo vive exclusivamente en el prado, puedes ponerle una manta antimoscas de malla baja y un antifaz, que evitarán que los insectos le piquen. También puede utilizar repelentes, pero éstos sólo son eficaces durante un periodo de tiempo limitado debido al alto nivel de transpiración de los caballos. Aceites como el aceite de alcanfor y la vaselina pueden proporcionar una pantalla protectora contra los insectos, pero pueden quemar al caballo si le da la luz solar directa.
También hay que elegir un lugar seco, lejos del agua o de los bosques (al menos a 500 metros) y limpiar el depósito de agua con regularidad para evitar el desarrollo de larvas.
Además, la suplementación con omega 3 y 6, como el aceite de linaza, permitirá que la piel de tu caballo se recupere y alivie el picor.