El desarrollo de los caballos termina inevitablemente en la vejez, una etapa de vida que puede estar plagada de obstáculos para los équidos. Los caballos suelen empezar a mostrar signos de envejecimiento a partir de los 20 años, pero esto depende de su actividad, estilo de vida y atención.
En esta etapa de su vida, necesitan una nutrición adaptada a su organismo que envejece, y que será capaz de prevenir ciertos trastornos funcionales.
¿La puesta a disposición de un alimento específico para el caballo mayor?
El cuidado del caballo anciano pasa sobre todo por su alimentación. La nutrición de los caballos de edad avanzada debe ser razonada en función de las patologías o dificultades que puedan encontrar. No todos los caballos se ven afectados de la misma manera por el envejecimiento. Ya sean caballos de cría, de competición o de ocio, pueden desarrollar diferentes trastornos.
- Problemas de dentición: Un caballo viejo puede empezar a tener dificultades para masticar su forraje. Esto se explica por el desgaste de sus mesas dentales que ya no pueden moler las fibras. En este caso se favorecerán los alimentos ricos en fibra. Los gránulos pueden entonces ser ligeramente humedecidos para promover el rayón. En casos extremos La dieta para caballos mayores se adaptará con alimentos granulados reducido a empanadas (agua) y la ingesta de fibra corta más fácil de ingerir.
- Las pérdidas de estado: un caballo anciano puede también tener pérdidas de apetito o de masa muscular debido simplemente a la interrupción de su actividad . Con el fin de mantener su condición, puede ser necesario multiplicar sus comidas u optar por alimentos para caballos específicos para este período de vida. Habrá que asegurarse de que el alimento elegido aporta proteínas de calidad, es decir, aminoácidos llamados «limitantes» como la lisina y la cisteína en particular, y que buena parte de la energía se puede suministrar en forma de grasa vegetal más fácil de usar y necesaria en invierno para ayudar a la termorregulación.
- Un metabolismo menos eficaz: el metabolismo del caballo envejecido tendrá mucho más dificultades para asimilar bien las raciones. Efectivamente, las paredes del tracto digestivo pueden tender a espesarse, lo que dificulta el paso de los nutrientes al organismo. Esto significa que para este tipo de producto el contenido y la calidad de los nutrientes debe ser alta
- Fragilización de los huesos y las articulaciones: También es aconsejable incluir alimentos que ayudan a prevenir los problemas relacionados con la fragilidad de los huesos (osteoporosis)aumentando el contenido de vitamina D y calcio, así como los quelatos cúpricos para reforzar las articulaciones.
- Mayor vulnerabilidad a las enfermedades: Un caballo viejo ya no se beneficia tan fácilmente de los nutrientes para caballos contenidos en su ración. Por lo tanto, es esencial fortalecer el sistema inmunológico con alimentos específicos que contienen más vitaminas C y E.
- El síndrome de los «intestinos perezosos»: los caballos ancianos también están sujetos a este síndrome que consiste en una ralentización del tránsito intestinal del caballo. Por lo tanto, conviene velar por darles alimentos para caballos ricos en celulosa (del 17 al 18%).
¿Qué otros consejos hay para cuidar a un caballo viejo?
Un caballo viejo tendrá más dificultades para alimentarse, sobre todo si sufre de osteoartritis. Por lo tanto, asegúrese de facilitar el acceso a su alimentación y al agua (especialmente en manadas donde los caballos más vulnerables pueden verse impedidos de acceder a la comida). También asegúrese de que su caballo está bien cubierto en invierno. A menudo es más fácil que un caballo envejecido sufra de frío porque tiene más dificultades para mantener su temperatura corporal.
Consulte también a un herrero que tendrá que adaptar su herraje o su paraje para aliviar sus dolores y favorecer su bienestar.