El buen crecimiento del potro dependerá de diferentes factores. En primer lugar, factores genéticos, como la raza, el tamaño, el periodo de gestación, el peso al nacer… Pero también factores externos, como la producción y calidad de leche de la yegua, la alimentación del potro, los cuidados y la atención que se le prestan durante su crecimiento. Aunque todos los factores sean favorables, pueden surgir problemas.
El primer año es crucial para el crecimiento del potro
Todo empieza con el calostro, que es la fuente de energía para que el potro amamante y que establecerá su primera barrera inmunitaria. Si tiene dudas sobre la calidad del calostro de su yegua, existe una sencilla prueba, el colotest. Permite anticipar este déficit de inmunidad que puede crear complicaciones en el momento del destete. Si la yegua no es una buena productora de leche, el potro puede recibir suplementos de proteínas lácteas (suero de leche) durante su crecimiento. También puede utilizar bancos de calostro antes del parto si es necesario.
Durante el primer año de crecimiento del potro, desarrolla una masa muscular y una estructura ósea sólidas. Durante este tiempo alcanzará el 80% de su tamaño adulto. Las necesidades alimentarias específicas del potro deben satisfacerse y adaptarse a su estadio fisiológico. Si el potro no recibe una alimentación adecuada en cantidad, puedes utilizar suplementos para ayudar a su crecimiento.
La lactancia de la yegua será esencial para garantizar el desarrollo del potro hasta la edad de 5 o 6 meses. Es el momento en que el potro debe ser destetado, es decir, separado físicamente de su madre. Las yeguas lactantes tienen unas necesidades nutricionales muy elevadas durante los primeros meses (9 a 11 UFc y 800 a 950 g de MADC para una yegua de 500 kg. Estas necesidades casi se duplican con respecto al final de la gestación, sobre todo durante los tres primeros meses de lactancia, cuando la calidad y la cantidad de la leche materna son esenciales.
¿Cuáles son las necesidades nutricionales del potro?
El potro tiene unas necesidades nutricionales cualitativamente elevadas de aminoácidos esenciales (un componente proteínico fundamental). Los aminoácidos clave son la lisina, la metionina, la cistina y la treonina.
Durante el primer año, las necesidades proteínicas son comparativamente superiores a las energéticas en comparación con el segundo año (para un potro destinado al deporte, como el “Silla de montar francesa”: 450 a 490 g de MADC y 4,5 a 5,5 UFc)
Tras este periodo de transición entre un alimento lácteo líquido (leche materna) y un alimento lácteo sólido (alimento para preparar el destete), el potro comerá rápidamente el alimento de cría con su madre por mimetismo. Se establecerá una microbiota específica que le permitirá utilizar correctamente este alimento cuando llegue el momento. En general, los alimentos de cría están bien adaptados al crecimiento de los potros, así como a las necesidades nutricionales de las yeguas.
Se recomienda que los potros reciban alimento sólidos después de los tres meses de edad, ya que su microbiota intestinal aún no es completamente funcional. Esto podría provocar graves problemas gastrointestinales. El suministro de forraje de calidad es esencial, incluso si el consumo en los primeros meses es bajo. Es necesario para el establecimiento de una microbiota celulolítica, responsable de la buena digestión de las fibras.
Los problemas de crecimiento más frecuentes en los potros
Varios problemas pueden afectar al crecimiento del potro:
- Infecciones desde el nacimiento: es fundamental desinfectar bien el cordón umbilical durante los primeros días tras el nacimiento del potro. Los gérmenes pueden entrar en las extremidades a través del torrente sanguíneo y provocar inflamación y fiebre.
- El crecimiento demasiado rápido de ciertos huesos puede provocar contracturas. Para detectarlas, es importante observar regularmente las extramidades del potro.
- Deficiencias dietéticas. En particular, las deficiencias proteínicas pueden impedir el correcto desarrollo muscular u óseo. Un desequilibrio mineral puede afectar al desarrollo del esqueleto.
- A la inversa, una ingesta excesiva de energía es igual de perjudicial para el crecimiento del potro. Estos últimos pueden desarrollar lesiones osteoarticulares (osteocondritis, que impide que el cartílago se osifique correctamente).
- Pueden aparecer espolones de crecimiento en los metacarpianos rudimentarios debido a una mala pisada. Aunque son frecuentes, suelen ser benignas.
No dudes en mantener al día la tabla de crecimiento, que registra la altura del potro a intervalos regulares. Esto le permitirá a tu Veterinario identificar irregularidades en su crecimiento.
En el caso de potros huérfanos o destetados precozmente, consulte a nuestros técnicos comerciales sobre nuestros programas específicos.
Póngase en contacto con su veterinario si persisten los problemas de desarrollo. Recomendación Royal Horse: B-150 – suplemento forrajero para caballos de cría, forraje en extruido y/o suplemento de hierba