CAUSAS DE LA OBSTRUCCIÓN ESOFÁGICA EN CABALLOS
La obstrucción esofágica del caballo o ‘estrangulamiento’ es causada por la comida atrapada en el esófago. La acción urgente de un veterinario es vital.
Dado que los caballos son incapaces de vomitar o eructar (velo del paladar), pueden sofocarse y la acción urgente de un veterinario es vital.
Las causas son muy a menudo debidas a una alimentación a horas irregulares que da lugar a un comportamiento «goloso» en el caballo durante las comidas, con una masticación insuficiente y, por lo tanto, una mala salivación. La falta de agua en el verano también puede ser un factor agravante para los caballos que regresan al paddock por la noche y reciben su ración sin haber tomado el tiempo de hidratarse.
Esto se observa también en los caballos alimentados fuera del establo y en fenómenos de rivalidad entre los «dominantes y dominados» en los que el animal dominado, preocupado por no poder terminar su ración, acelerará su ingesta alimentaria.
Estos problemas se plantean también en caso de transiciones rápidas de las raciones ricas en agua (pastos) a las raciones secas (alimentos + forraje seco); la mejor solución en este caso es proporcionar heno antes del alimento con el fin de incitar a su caballo a masticar su comida y por lo tanto a salivar bien.
LOS CABALLOS NERVIOSOS ESTÁN MÁS EXPUESTOS A ESTOS PROBLEMAS.
Este fenómeno se ve exacerbado por la falta de agua, pero también por un funcionamiento inadecuado de las glándulas salivales y una mala dentición (una visita anual al dentista equino es indispensable).
El tamaño y la dureza de los gránulos no son culpables en esta situación, ya que los dientes de los caballos son lo suficientemente eficaces para moler los gránulos convencionales.
Es cierto que los alimentos en copos tienen una ventaja sobre los gránulos, ya que permiten a los caballos masticar su comida durante más tiempo.
Royal Horse ha formulado sus alimentos prohibiendo o limitando en sus especificaciones ciertas materias primas que tienden a endurecer el granulado y las pruebas de dureza se hacen regularmente para controlar durante todo el año que nuestros gránulos se mantienen en el estándar que nos imponemos para evitar este problema. Lo mismo ocurre con el tamaño y el diámetro.