¿Qué es la sarna del caballo y cuáles son sus síntomas?
La sarna del barro es una infección bacteriana que se produce en condiciones de suelo húmedo. Afecta principalmente a los caballos que viven en los pastos durante los periodos de lluvia. La sarna del caballo se manifiesta en forma de costras supurantes. Aparecen con mayor frecuencia en las extremidades del caballo a la altura de la cuartilla, pero también (con menor frecuencia) en la línea superior, la grupa y la cruz. Las extremidades y los pliegues de la cuartilla también pueden estar hinchados, lo que puede provocar cojera. La infección se transmite a través del suelo infectado, pero rara vez entre individuos infectados. Los caballos de piel rosada (más frágil) suelen ser más susceptibles a la sarna.
Sin embargo, los síntomas de la sarna son a veces similares a los de otras afecciones cutáneas como la tiña, la sarna (se trata de ácaros parásitos y no de bacterias como en la sarna), la dermatitis crónica del caballo de tiro y los piojos. Estas afecciones pueden aparecer en cualquier clima o entorno. En caso de duda, no dudes en pedir consejo a tu veterinario.
¿Cómo tratar la sarna del caballo?
Mantenga a su caballo seco
Lo primero que hay que hacer para tratar la sarna del barro es mantener seco al caballo. Esto es especialmente importante si su caballo vive en un ambiente húmedo. Si tiene la posibilidad, debería poder resguardar a su caballo en un box mientras dure el tratamiento. Esto tiene la ventaja de tratar a su caballo más fácil y rápidamente. También evitará que el suelo se contamine con la bacteria de la sarna. Esto evitará la contaminación de otros caballos en los mismos suelos.
Tratamiento de la sarna del lodo en caballos
Para tratar la sarna del barro, te aconsejamos que esquiles las extremidades infectadas para evitar que las cuartillas se humedezcan demasiado. A continuación, limpiar a fondo con un jabón antiséptico, como Betadine Scrub, clorhexidina o incluso jabón de Marsella (¡igualmente eficaz!). Retira las costras de los miembros si se caen solas. Pero no arranques las costras, de lo contrario corres el riesgo de provocar una sobreinflamación de los miembros.
A continuación, aclara bien la zona infectada y sécala al máximo con paños limpios. Por último, aplica una crema antiséptica y cicatrizante sobre las heridas. Repita esta operación al menos una vez al día, dos veces es lo ideal.
También pueden recomendarse pomadas cicatrizantes hidrófobas, pero no siempre son aconsejables. Pueden ayudar a mantener la sarna del fango en lugar de eliminarla, ya que “encierran” las bacterias protegiéndolas del lavado con agua limpia y jabón. Si son grasientas, el barro y el polvo pueden adherirse a ellas, sobre todo si tu caballo sigue viviendo al aire libre.
Tratamientos naturales para la sarna del caballo
Existen algunas “recetas” para tratar la sarna del caballo de forma natural. Por ejemplo, se puede aplicar aloe vera en las zonas desinfectadas. Ayuda a cicatrizar y a que vuelva a crecer el pelo. El aceite de oliva y la arcilla también son eficaces contra las grietas. Mezclando ambos, se obtiene una pasta suave que se puede aplicar sobre las grietas. El aceite de oliva suaviza la piel, mientras que la arcilla la purifica eliminando las bacterias. También se puede aplicar aceite de coco en las zonas desinfectadas en lugar de vaselina, ya que aísla las extremidades del barro.
Por consejo de un veterinario, se pueden administrar antibióticos al caballo enfermo.
¿Cómo prevenir la sarna del lodo en los caballos?
La sarna del barro se da sobre todo en suelos húmedos, por lo que puedes optar por estabular a tu caballo en otoño o con mal tiempo para evitar una exposición excesiva a la humedad. Si tu caballo vive exclusivamente en el prado, puedes comprar polainas impermeables en las tiendas. Cubren las patas desde el casco hasta la rodilla para mantenerlas secas. También puedes realizar el mantenimiento de los pastos para evitar que se formen zonas embarradas, sobre todo alrededor de las rejillas o los puntos de agua. Se pueden instalar fácilmente losetas de goma si el suelo no se limpia por sí solo.
También puedes darle a tu caballo suplementos eficaces contra los problemas cutáneos estacionales. También es importante equilibrar la dieta del caballo para reforzar su sistema inmunitario. En particular, los ácidos grasos omega-3 y omega-6 refuerzan la resistencia de la piel a las bacterias. Los aminoácidos, el zinc y la vitamina B favorecen la producción de queratina, que protegerá la piel del caballo de la humedad.