Los caballos de carreras y de competición de alto rendimiento son animales cuyo rendimiento zootécnico se expresa en términos de ganancias.
Estos reflejan no sólo el rendimiento físico en el día, sino también la capacidad de recuperación de estos atletas y, por lo tanto, el número de eventos que pueden hacer por temporada en su mejor momento.
El potencial genético, el adiestramiento, la alimentación y muchos otros factores son la clave de ese éxito.
Para ayudar a mejorar este rendimiento, se puede reducir el estrés oxidativo.
Esto se manifiesta por la aparición y sobre todo la acumulación de radicales libres en la célula: formas reactivas del oxígeno, productos de desecho tóxicos de la respiración. En los caballos sometidos a esfuerzos intensos y repetidos, como en todos los deportistas, este “estrés” afecta al rendimiento (de Moffarts et al., 2005).
El estrés oxidativo disminuye la fluidez de las membranas de los glóbulos rojos y contribuye al riesgo de hemorragia pulmonar inducida por el ejercicio (Derksen, 1997).
A nivel de la célula muscular, el estrés oxidativo provoca daños en las mitocondrias, que actúan como reactores de la célula, y puede dar lugar a fenómenos inflamatorios, pérdidas musculares e incluso patologías como la miositis.
La gestión de estos residuos celulares es un proceso en cascada en el que intervienen varias sustancias conocidas como “antioxidantes” (Fisher-Wellman y Bloomer, 2009).
Son numerosos y de dos tipos: endógenos, producidos por el propio animal, o exógenos, procedentes de la dieta o del entorno. Cuando la capacidad antioxidante de origen endógeno está saturada, y esto suele ser así para el tipo de caballos de los que hablamos, es necesario hacer un aporte exógeno de antioxidantes a través de la alimentación, por ejemplo.
Pero, cuidado, estas ingestas deben ser razonadas porque las moléculas antioxidantes actúan en sinergia unas con otras y cuidadosamente medidas porque ciertas formas reactivas de oxígeno (radicales libres) son más tóxicas que otras.
Este es el trabajo que el departamento de Investigación y Desarrollo de ROYAL HORSE® emprendió hace unos años y que sigue mejorando el rendimiento y el bienestar de los caballos con su exclusivo núcleo antioxidante a base de extractos de plantas “AO Elite®” que puede encontrar en los productos de la gama destinada a los caballos de carreras y de competición.