Los caballos son herbívoros monogástricos. Su salud digestiva está directamente relacionada con la calidad y la cantidad de heno disponible. Por lo tanto, es importante asegurarse de que su caballo reciba la cantidad óptima de heno, pero adaptada a su entorno. También debe asegurarse de que es de buena calidad y se almacena correctamente.
Adaptar la cantidad de heno para su caballo a su entorno
En su estado natural, los caballos tienen acceso a la hierba para alimentarse todo el tiempo. Pueden pastar hasta 50 kg por día, durante un período de unas 12 horas. En un entorno de cautiverio, es esencial poder reproducir su estilo de vida en la medida de lo posible. Por lo tanto, lo ideal es ofrecer a su caballo todo el heno que quiera. Se regulará y elegirá el tiempo que dedica a la comida. Si esto no es una opción, entonces tendrá que darle a su caballo lo suficiente para satisfacer sus necesidades de alimentación.
En el caso de los caballos con cama de paja en un establo, se requiere un mínimo de 1-1,5 kg de heno por cada 100 kg de peso corporal. Los caballos con cama artificial, por ejemplo, debido a problemas respiratorios, deben recibir 0,5 kg adicionales de heno por cada 100 kg de peso corporal para cubrir las necesidades totales de materia seca. La celulosa de la paja no es tan fácil de digerir (lignina) como el heno de las praderas (celulosa verdadera). Los caballos alimentados con heno procedente de pastos de calidad comen menos paja, lo que evita problemas de digestión.
En el caso de los caballos que pastan, el heno debe introducirse cuando ya no haya suficiente hierba.
¿Qué hay que dar primero: pellets o heno para caballos?
El orden de alimentación debe ser siempre el mismo: primero el agua, luego el heno y finalmente el alimento concentrado. Hay tres razones específicas para esta orden:
- En primer lugar, es una cuestión de “eficiencia digestiva”. Como el caballo tiene un estómago pequeño, se vacía regularmente durante la comida. Sólo la última parte de la comida se asimila mejor porque permanece más tiempo en el estómago del caballo. Como los concentrados contienen un alto valor energético, es interesante que estos alimentos permanezcan más tiempo en el estómago del caballo. Sin embargo, si su caballo se alimenta de heno ad libitum, es frecuente que lo coma después de su ración de concentrado.
- El heno también es preferible antes de la ración de concentrados para los caballos con problemas gástricos (úlceras, gastritis, etc.) Este suele ser el caso cuando su ración se basa en cereales o en alimentos con una concentración demasiado alta de cereales (almidón). Para paliarlo, al masticar el forraje se produce una gran cantidad de saliva que puede actuar como tampón ácido-base en el estómago.
- Por último, como acabamos de ver, el forraje desencadena la digestión del caballo gracias a la elevada producción de saliva que se genera al masticar. Esto le permitirá digerir (asimilar) mejor su ración.
Calidad y almacenamiento del heno
El heno cosechado tarde tenderá a ser leñoso y menos digerible. Por ello, le aconsejamos que lo guarde en un lugar seco y bien ventilado. Nunca alimente a sus caballos con heno mohoso o polvoriento, ni con heno contaminado con excrementos de animales (gatos, ratones, etc.).